Las expectativas eran enormes, y las ganas de estar ahí aún más. El Congreso Latinoamericano de Traducción e Interpretación 2016 fue mi primera conferencia de esa magnitud. Mi experiencia como profesional de la traducción es corta, todavía busco qué camino seguir, por dónde empezar y cómo, y siento que aún queda tanto por aprender y por recorrer. Este congreso me dio muchas de las cosas que fui a buscar, y si bien las expectativas no se cumplieron en algunos aspectos, el balance es totalmente positivo.
Primero quiero mencionar el punto en el que tal vez no quedé tan contenta con esta experiencia. Por supuesto que hubo contenido a nivel lingüístico y práctico que fue muy útil, pero en cuanto a esto me quedé con…sabor a poco. Tal vez la idea era poder traerme más información sobre cómo resolver problemas, cómo utilizar herramientas de traducción, qué herramientas de traducción utilizar, qué recursos confiables consultar en Internet y cuáles no. Creo que algunas charlas fueron demasiado teóricas y no bajaron a la realidad que vivimos los traductores todos los días cuando nos sentamos a escribir. Es un punto que creo que se debió a los oradores, a su forma de decir o su forma de expresarse.
De todas maneras, no era eso lo principal para mí. Yo fui en busca de una identidad como traductora, y con respecto a eso, destaco la diferencia entre ser un profesional y sentirse un profesional. Tengo mi título, soy oficialmente traductora desde hace dos años, pero si hay algo que esta experiencia me permitió, es sentirme profesional y terminar de darme cuenta de que ya estoy recorriendo un camino en el mundo de la traducción. Hablo de rodearse de gente que habla tu mismo “idioma”, que habla de las cosas que entendés porque, justamente, sos un profesional. Hablo de cruzarse con gente que está en la misma situación que vos y con gente que tiene muchísimos más años recorridos, pero que sigue teniendo ganas de aprender. Hablo de admitir y terminar de dimensionar que ya no estás más afuera, que ya sos uno más, que la corta experiencia no hace la diferencia. Eso lo logré, y en el poco tiempo que ha pasado desde el congreso, para mí fue importantísimo hacer un “clic” que era necesario para darle un giro a mi vida laboral.
Otra de las cosas que TANTO quería era que alguien me dijera por dónde empezar y qué hacer para buscar mi camino dentro de esta profesión que, por suerte, nos abre tantas puertas y nos brinda una gama tan amplia de posibilidades. El lado negativo es que me di cuenta que absolutamente NADIE, nunca, va a poder responder esa inquietud. El lado positivo es que sí hubo gente que me dio herramientas para empezar a hacerme preguntas, a abrir los ojos para poder observar a mi alrededor y saber dónde buscar. Por ejemplo, Chris Durban fue una de las personas que más me inspiró con sus consejos, sus ideas y su simplicidad. Verla con tantos años de experiencia, dedicándose a lo que ama y con su entusiasmo intacto fue simplemente, una inyección de energía. Eso era una de las cosas que yo buscaba, que alguien me dijera que si uno ama lo que hace, se puede hacer bien y se puede lograr lo que uno quiere…tan trillado, pero qué lindo es verlo ahí, tan real y tan cerca.
Soy una persona muy extrovertida, no tengo problemas para relacionarme con la gente y por lo general, la vergüenza no es parte mía. Sin embargo, me cuesta mucho acercarme a alguien para hacerme conocer con un fin determinado. En este caso, este congreso me sirvió para perder el miedo y dejar de lado un poco esa vergüenza. El último día, ya agotada de tantas charlas, decidí dejar de lado una de ellas y quedarme rondando los lugares comunes del Palace Rouge. Sabía muy bien qué buscaba, sabía muy bien que quería hablar con la gente, que quería intercambiar ideas. Respiré hondo y me acerqué a uno, a otro, y de todos me guardé algo…buenas y malas experiencias, anécdotas, ideas muy innovadoras para buscar un cliente o simplemente un “Ay, yo estoy en la misma situación que vos y la verdad es que no sé para dónde arrancar”, ¡lo cual tengo que admitir que me hizo sentir acompañada en el sentimiento! También me acerqué a algunos de los profesionales que habían dado las conferencias y fue muy enriquecedor en el momento y también después, cuando algunos me contactaron para darme una mano más. Definitivamente, hay que salir a la calle a hablar con la gente, es lo único que nos mantiene activos y vivos profesionalmente.
Creo que mi búsqueda cerró con éxito. Muchas de mis preocupaciones desaparecieron y a la vez, surgieron otras. Estoy llena de herramientas, y aunque sigo sin saber muy bien qué y cómo, al menos las tengo a mi disposición para ir de a poco. Volvieron mis ganas de estudiar, de seguir capacitándome y empecé un posgrado hermoso. Aprendí que de eso se trata, de mantenerse activo, de estar alerta, de trabajar todos los días para mejorar, de seguir aprendiendo y sobre todo, de disfrutar del hecho de amar lo que elegí con tantas ganas y hace tantos años.

Escrito por Illed Hermann
Traductora Pública Nacional de Inglés
Invitada por Traduzz al VI CONGRESO LATINOAMERICANO DE TRADUCCIÓN E INTERPRETACIÓN

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