El disertante Antonio Martín en su ponencia «El oficio de la corrección: el secreto de un arte» le dio la luz y la visibilidad a los correctores que, por lo general, intentan ocultar en cada trabajo que hacen.
De una manera original y, de cierta forma, humorística, comenzó su presentación definiendo a un corrector por todo lo que NO es o todos los preconceptos que se tienen de dicha carrera.